Huevos y boicot contra un acto de Mariano Rajoy en Granollers. El oasis catalán está arrasado por tormentas tropicales furiosas como las que asolan el Caribe. "Reivindicamos nuestro derecho a hablar, a opinar y a ser libres", dijo el líder del PP. Pero la crispación se ha vuelto carrer borroka.
El boicot de Granollers sigue al lío del mercado de Collblanc, donde Mariano Rajoy tuvo que soportar el rechazo de vendedores y compradores.
La política violentada. Un enorme paso atrás y un síntoma preocupante de hasta donde ha llegado la división de la sociedad con la crispación terrible de estos tiempos.
La descalificación y división degenera siempre en banderías que anulan los encuentros. Las facciones enfrentadas no escuchan al otro, sólo lo intentan anular. Y así no hay política. Tampoco compromisos ni discusión. Las broncas políticas han llegado a la calle para silenciar el diálogo.
P21 | Totalitarismo contra ciudadanos