Google, a través de una petición Eric Schmidt, su CEO, se pone a la cabeza de la campaña para defender la neutralidad de internet, amenazada por las empresas de telecomunicaciones que quieren cobrar por los contenidos a los usuarios y proveedores. Quieren dejar de ser canales para controlar los contenidos discriminándolos por el pago.
El resultado será la aparición de una red de alta velocidad y capacidad para quienes paguen y condenando a los demás a un servicio lento y menos accesible. La anulación de la arquitectura original de internet, como denuncia Tim Berners-Lee. Una barrera para el contenido y las aplicaciones participativas no comerciales, asociativas y personales, y también para las empresas que, como los buscadores, ofrecen servicios en la Red con los que encontrar o manejar contenidos de terceros.
El empuje de la televisión y los contenidos audiovisuales, feroces consumidores de ancho de banda, anima a las compañías de telecomunicaciones a convertirse en medios con control sobre los contenidos y abandonar su naturaleza de canales.
Google, gran digitalizador de contenidos para la Red, está claramente en contra y se alinea con quienes defienden el mantenimiento de una Red abierta y participativa, sin clases en función de la capacidad financiera o comercial.
El sometimiento de los contenidos de internet está liderado por los defensores del viejo modelo de propiedad intelectual y por los grandes medios audiovisuales.
El cambio de la directiva Televisión sin Fronteras en Europa ya iguala a los medios audiovisuales dentro y fuera de internet.
A la ofensiva sobre internet se suman iniciativas como la de cobrar un impuesto europeo por los correos electrónicos y los SMS, asimilándolos al viejo correo controlado por el estado cuando el mercado postal ya está liberalizado en muchos países e instaurando una doble imposición, porque los usuarios ya pagan, impuestos incluidos, a sus proveedores de internet y telefonía.
P21 | La televisión amenaza la neutralidad de internet
P21 | Las telefónicas quieren ser medios