No hace falta ser el emperador Juliano para apostatar, abandonar la iglesia y renegar de la fe del bautismo, pero hace falta tener paciencia y tesón. La iglesia es lenta y el libro de bautismo imborrable. Apostatar es una anotación al margen. La historia no se borra, dice el clero. Se puede enmendar en el libro de bautismo pero los apóstatas reclaman la eliminación de sus datos personales de los archivos de la iglesia.
El Congreso ha rechadado la iniciativa de Izquierda Unida para regular el derecho a la apostasía y fijar un proceso ágil para eliminar los documentos que identifican a los bautizados en los documentos de la iglesia católica.
Los apóstatas reclaman una respuesta rápida y sin trabas de la iglesia a su negación de la fe de Cristo recibida en el bautismo. Acusan a la iglesia de demorar el proceso y retener los datos de los ungidos en la pila bautismal.
Los apóstatas no se dan por satisfechos con el silencio administrativo eclesial y exigen que la Agencia de Protección de Datos obligue a la iglesia a borrar los datos de quienes la abandonan libremente.
La iglesia niega su oposición y reivindica el "hecho histórico" del bautismo. Lo escrito, escrito está. Pero el bautismo es un hecho no decidido por los muchos niños bautizados que, después, sin necesidad de llegar al paganismo de Juliano, se separan de la iglesia y su fe.
"Apostasía es el rechazo total de la fe cristiana", dice el canon 751 del Código de Derecho Canónico. Un derecho que debe ser respetado por la ley más allá de sus consecuencias religiosas.
El PSOE se opuso a la iniciativa de Izquierda Unida porque "tal y como está planteada esta proposición no de ley puede vulnerar el principio de la separación Iglesia-Estado y no sirve para garantizar el derecho a cambiar de creencias". Lo escrito, entonces, debe ser enmendado para poder garantizar los derechos de los fieles y los de aquellos que ya no lo son.
Pero aparece la duda sobre lo escrito: ¿es mejor apostatar y desaparecer de los archivos o que, como Juliano, la memoria del apóstata viva en los registros para siempre?
Dice el Diccionario que apostatar también es "abandonar un partido para entrar en otro, o cambiar de opinión o doctrina". ¿Aplicarán a los apóstatas el pacto antitransfuguismo?