Los sabios autores del informe sobre la televisión pública han sido condecorados por el gobierno. No se sabe si por sus servicios a RTVE, al gobierno, al PSOE, a los sindicatos del Ente o a un servicio público que seguirá devorando dinero del contribuyente y compitiendo con los medios comerciales.
Será también porque hace nueve meses, antes de comenzar su trabajo, renunciaron a cobrar.
Todos condecorados, incluido el discrepante Fernando G. Urbaneja. A Emilio Lledó, presidente del comité, le ha sido concedida la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. A Victoria Camps, Fernando Savater, Enrique Bustamante y Urbaneja, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
No se sabe si merecerán algún reconocimiento los técnicos que han trabajado para el comité en la confección del tocho.
Todos contentos. El gobierno de Zapatero es espléndido en el talante. No se avanza en esto de las condecoraciones, unas medallitas más para contentar al país de los obsequiosos.
ZP premia un informe inexacto, paternalista, estatalista, aferrado a una concepción timorata y poco ambiciosa del servicio público, y que consagra la mala gestión y la ineficiencia del Ente.
Los burócratas están salvados, pagan los ciudadanos. RTVE competirá, pero menos, con las televisiones comerciales, pero se resguarda bajo la promesa de calidad para justificar su déficit endémico.
Los sabios estaban enfadados. Ya tienen su medallita para contentarse y ZP su informe.
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