Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Friday, March 18, 2005
Francisco Umbral se confiesa con el periodismo
Gusi Bejer
"La columna da popularidad. Más difusión y más dinero. El libro da lectores de verdad". Francisco Umbral se sincera con el periodismo y la literatura. El escritor más chulo de las columnas de prensa confiesa que le gustan los periódicos porque "le dan vida al escritor".
Umbral vomita verdades como todos los grandes cínicos y ente vapores de resaca admite que "necesitas un periódico detrás para alcanzar la inmediatez, la urgencia de las cosas...".
En Días felices en Argüelles, sus memorias -dice- periodísticas, el contraportadista de El Mundo presume de índice onomástico. A Umbral siempre le han gustado las citas y con ellas se ha paseado por la actualidad y la memoria de los libros.
La cita encabalgada en la frase y el pensamiento ha sido una de las grandes virtudes de este escritor que siempre ha añorado representar un cierto Madrid canalla, chulesco, tronante y bohemio.
Whisky, tías buenas y una frase impactante de cierta mala leche burlona: eso es el umbralismo periodístico. En los libros se ha esmerado más en hacer literatura para "quedar". Pero él mismo reconoce que sin la tribuna de la prensa no queda nadie. Y recuerda a César González-Ruano y a Ortega, que tanto escribieron en los diarios.
A Umbral le hubiera gustado pellizcar las nalgas firmes de las pijas dibujadas por Mingote pero se ha quedado más en palmear algún culo de señora entrada en años y dineros con aspiraciones de eterna juventud. Y ha disfrutado.
Tanto como han disfrutado sus lectores. Ahora la cita umbraliana, ese paseo osado sobre todos y todo anda caricaturizado en algún columnista relamido que convierte el diccionario de citas y la reiteración onomástica en un cansancio insufrible. Pero a Umbral se le avejentaron las pijas de Argüelles y la escuela pocas veces supera al maestro.
El Cultural | Francisco Umbral