Gusi Bejer. El Cultural
"Francisco Umbral es el escritor de Madrid y casi uno de sus monumentos". Los retratos de Bejer y el pie de foto del último artículo de David Gistau sobre Francisco Umbral ilustran un relevo de columnistas. Gistau tiene mirada de estar a la caída, a Umbral le pesan demasiado los párpados.
El jueves arrancó El Cultural cuatro días consecutivos de promoción de Días felices en Argüelles, memorabilia periodística de Umbral con sabor a despedida. Oficiante de la reseña: David Gistau, el jueves en la revista de cultura y el sábado en el diario.
A Umbral no le han pasado los años en balde y sus memorias periodísticas cierran ciclo y algo más. El año pasado Pedro J. Ramírez fichó a Gistau de La Razón, donde era un joven columnista montaraz y moderno de una derecha al ataque intelectual.
Es curioso que un revulsivo como Umbral (que tantos años aguantó al margen y contracorriente) sea relevado por un manierista de la columna. En eso quedan el estilo y ciertas ideas a veces.
Gistau escribe peor desde que está en El Mundo. Es menos montaraz y recurre más a las citas. Uno se ahoga entre Federico Jiménez Losantos, Raúl del Pozo, Gistau y Umbral. Son tantas negritas juntas que el lector se pregunta si hay tanta gente de la que hablar en España o es sólo pasión por golpear tentetiesos.
Umbral fue el gran provocador. Habló de todos, hizo pesonaje de sí mismo y amó y fustigó a sus mayores y maestros (Delibes, Cela, González-Ruano).
Gistau mezcla la Play Station, un poco de rock y mucha literatura para avanzar sobre una actualidad ojeada de lejos.
Umbral era un maestro cuando la cultura y la política se hacían en los salones. Gistau no tiene el cuajo ni los ambientes de cortina adentro de su antecesor.
Pero la operación es de libro. Un ejemplo de cómo se despide a una estrella y se construye otra. Pedro J. Ramírez sigue siendo un maestro del marketing editorial.
P21 | Francisco Umbral se confiesa con el periodismo
Escolar.net| Umbral monumental
