Letizia no es anoréxica. El jefe de prensa de la Casa Real, Juan González-Cebrián Tello, desmiente un reportaje de El Mundo y una columna de Carmen Rigalt en el mismo periódico.
El propio desmentido dará que hablar porque la Casa del Rey no suele rectificar a los medios ni informar sobre habladurías.
Decía el reportaje de Crónica que Letizia sufre el mal de las princesas, esa tensión que lleva a una levedad de cuento pero bien grave para algunas y muy perjudicial por su efecto imitación.
En las peluquerías estallan los secadores con la tensión y sale la gente con más rumores que pelo. Ni la Casa Real parará el runrún.
En un país de bienestar reciente y memoria de hambre ya nos habíamos acostumbrado al mal vestir del príncipe Felipe, pero la delgadez extrema de Letizia ofende y preocupa a muchos padres, temerosos de los efectos perniciosos de una imagen tan repetida, empeñada como está la Casa Real en la construcción mediática de los herederos.
P21 | Herederos por gracia de los medios