Venció el miedo
George W. Bush tendrá un segundo mandato para acabar su misión en Irak. Los americanos han demostrado que son marcianos, mucho más que los europeos venusianos, como dice el neocon Robert Kagan.
George W. Bush es posiblemente uno de los peores presidentes de la historia de los Estados Unidos. Ha fracasado en casi todo lo que ha intentado:
>> la economía va mal;
>> ha acabado con el superávit fiscal de la era de Bill Clinton sin generar riqueza;
>> el conservadurismo compasivo no ha mejorado la vida de los americanos, que hasta se han quedado sin vacunas contra la gripe;
>> los ricos son más ricos y los pobres, más pobres;
>> lanzó una guerra preventiva e injustificada --al menos por las razones aludidas para hacerlo-- que ha sido incapaz de ganar: miles de muertos, iraquíes y americanos, son las medallas que cada día cuelga de su chaqueta.
Pero lo peor de todo es que ha instaurado la política del miedo. Lo peor es que ha dilapidado la razón moral que justificaba y hacía superior a la democracia frente a las dictaduras y los sátrapas.
Los presos fantasmas de Guantánamo, las torturas y el envilecimiento humano de Abu Grahib, las víctimas inocentes de las guerras injustas y la equivocada teoría de que se puede ganar al terrorismo con una guerra convencional son sus mayores oprobios
Y los de los americanos. Y los nuestros.
Pero George W. Bush ha vuelto a ganar. Algo más de la mitad de los americanos se han atrincherado en su propio miedo y esperan a los bárbaros sin darse cuenta de dónde está su mayor enemigo. Los bárbaros ya son dueños del imperio y reina el miedo.
El miedo justifica el imperialismo mesiánico y amoral de los neocons.
El miedo fanático de la derecha religiosa que amenaza las libertades civiles.
El miedo de la Patriot Act y sus restricciones a la libertad.
El miedo de sus aliados, de Europa, del mundo occidental y los valores, de la alegría desatada tras la caída del Muro de Berlín (1989) y que tampoco ha durado.
El miedo milenarista de los integrismos religiosos e ideológicos.
Hoy es un día triste.
Pero la derrota de John Kerry es también la derrota del posibilismo y el centrismo del marketing político. En un país dividido como lo está Estados Unidos no tiene sentido el centrismo a ultranza.
No se puede estar en el centro frente al miedo. Hay que mirarlo de frente.
No hay dos Américas, como muchos dicen.
Hay por lo menos tres:
la derecha del miedo,
el centro izquierda mohíno de lo políticamente correcto,
y una nueva mayoría que apueste por las ideas, por la paz y porque el realismo no acabe con la tolerancia, que apueste por los ciudadanos y su libertad frente al Estado invasivo, a la democracia corporativa o a las leyes restrictivas de la libertad.
George W. Bush habla siempre de la esperanza. Es uno de sus mantras. Pero no hay esperanza en el terror.
Silicon Valley | Dan Gillmor's eJournal | Four More Years
The Daily Outrage | A vote for Fear
The New York Times | News Analysis: President Seems Poised to Claim a New Mandate
Washington Post | For Bush And GOP, A Validation