Pasqual Maragall arremete contra José Luis Rodríguez Zapatero en un artículo en El Periódico. Muere matando. Despechado. Avisa sobre una posible pérdida de peso político de los socialistas catalanes. Sus malos presagios evidencian el castigo que la cuota catalana respetada por el presidente del gobierno pone sobre el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que es también el de la tecnología y la Sociedad de la Información.
En los círculos de la industria de las telecomunicaciones se hablaba estos días de un trueque imposible:
Elena Salgado a Industria y Joan Clos a Sanidad. ¿Razones? Salgado es ingeniera industrial y ha trabajado en Industria. Clos es médico y algo sabrá de salud.
Salgado es una trabajadora infatigable que consigue sacar adelante todo lo que se propone por duros que sean los obstáculos. Su tesón y decisión levantan ampollas en el Consejo de Ministros.
Joan Clos no es hombre de gran reputación en estos momentos -pese a sus dotes de gestor- y Sanidad es un ministerio con muchas competencias transferidas.
Maragall recuerda en su artículo lo obvio: parte de la cuota catalana es Industria, "un ministerio singular, con una carga competencial formidable".
El president alerta: el Ministerio de Industria "es un elemento casi único de influencia catalana en la política gubernamental española. Es un superministerio cargado de significación política (...) El papel de Catalunya en España pasará en buena medida por ahí. La responsabilidad es grande".
¿Qué pasará si Montilla pierde las elecciones catalanas? Entonces será Clos el primer representante político del PSC. Maragall tiembla aunque defiende la capacidad de su sucesor en la alcaldía de Barcelona.
La preocupación del líder catalán atrapa a todos por la importancia del ministerio.
José Montilla ha encabezado dos años dudosos. La reforma de la televisión auspiciada por Zapatero atrapó gran parte de su mandato y acabó con otra guerra del fútbol en un flashback de pesadilla con Francisco Álvarez-Cascos.
En Industria, el sector energético ha sido protagonista con la opa de Endesa después de un arranque con los viejos problemas con los astilleros. La pérdida de competitividad convive con un crecimiento económico basado en el ladrillo.
La reforma de la investigación y el impulso del I+D+i no ha sido tan grande como se anunciaba. La Sociedad de la Información ha crecido pese a los problemas. A través de Red.es ya se gestionan los dominios .es (aunque se caigan) y el Plan Avanza es el eje del impulso público para llevar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) al 7% del PIB en 2010.
Montilla, el político, ha perdido sus dos batallas más políticas: la crisis de Endesa/Gas Natural/E.On y la batalla por la reforma de la propiedad intelectual y los derechos de autor con el Ministerio de Cultura de Carmen Calvo, cuota andaluza.
A pesar de la importancia del Ministerio de Industria para el futuro de España y la sociedad de la información, sigue siendo objeto de cuota, sometido a intereses políticos y territoriales.
Cosas ajenas a la tecnología y a menudo obstáculos para el desarrollo.
