José Antonio Millán pide en El País más contenidos de calidad, innovación y tecnología lingüística para construir un futuro digital en español.
Uno ya no se lleva sólo su lengua en el ordenador, sino también su buscador en su idioma, asegura con toda razón. Si cada lengua es una estructura para pensar y entender el mundo, necesitamos más contenidos mejor organizados en internet y en el universo digital.
Por ahí falla la iniciativa europea de biblioteca digital y los intentos de buscadores como Quaero. El problema, como bien explica Millán, no es sólo proveer de contenidos digitalizados a la Red para preservar la identidad cultural y la presencia política y comercial europea.
Es imprescindible, pero no suficiente.
Es necesario "crear programas que 'entiendan' el español" para aprovechar la web semántica y facilitar el acceso de los ciudadanos. No se trata sólo de encontrar información dispersa y fragmentada en internet. La web semántica nos permite refinar las búsquedas para hallar más sentido, con campos semánticos, con asociaciones indispensables para eliminar errores.
Es la política lingüística del mañana: fortalecer el uso de la lengua en el universo digital para facilitar el diálogo de los usuarios con los datos.
Tarea para una cultura y una lengua con futuro. Un desafío que en este caso no puede ser europeo, pero sí latinoamericano.