"¿Por que iba a ayudar a los extremistas radicales musulmanes? ¿Por qué iba a querer perjudicar al PP, el partido en el Gobierno, cuando es sabido que yo siempre les he votado desde que soy mayor de edad? Yo estaba de acuerdo con el envío de tropas militares españolas a Irak. Jamás participaría en ningún tipo de acción que perjudicara al PP".
Pedro J. Ramírez ha encontrado en la confesión de José Emilio Suárez Trashorras, el presunto traficante de explosivos del 11-M, la prueba definitiva de su mistificación del golpe del 14-M.
Ese golpe de estado contado por un esquizofrénico es la viva representación de aquellas viejas y sabias palabras de Shakespeare en Macbeth: "Life is a tale told by and idiot, full of sound and fury" (la vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia).
En su drama sobre el poder, la envidia y la ambición, Macbeth acaba: "y no significa nada".
La mistificación del golpe de estado, tampoco.
El director de El Mundo entrevista a un implicado en 192 asesinatos y titula a cinco columnas su periódico para abrir una serie de la ignominia.
El Mundo revisa la historia reciente en contra de cualquier memoria para justificar a un asesino como revisa la más antigua para justificar a aquel otro que gobernó dictatorialmente durante 40 años.
Pero se hace por un bien mayor.
"Trashorras tiene derecho a ser escuchado y no sólo por el juez, sino por el conjunto de una opinión pública a la que desde el día de su detención se le dio por hecho que, de forma deliberada y consciente, él había suministrado a los islamistas los más de 200 kilos de Goma 2 (...). Anhelaba poder hacerlo ante la Comisión del 11-M, pero no le dieron ni la oportunidad (...). Ahora ha decidido contar su versión a través de nuestro periódico y yo les pido que la lean con atención y la pongan en contraste con las acusaciones que pesan contra él y con los demás elementos de juicio que EL MUNDO ha venido desvelando".
Pedro J. Ramírez reivindica el deber del periodismo. Sacar a la luz los testimonios, los datos, las versiones, para que el público juzgue.
Ecce homo, Pedro. "He aquí al hombre", dice el director de El Mundo, metamorfosis de Pilatos, no la visión desmitificadora de Nietzsche.
He aquí el colofón "del más enorme esfuerzo de investigación y encuesta sobre un solo hecho nunca realizado".
Trashorras el asesino en portada. Franco el asesino en coleccionable tras su reinvención demoscópica. Mistificaciones de la historia y la realidad.
José Emilio Suárez Trashorras es un "buen chico", "no es una atracción de feria" y nos ofrece su "desnuda síntesis de su tremenda interpretación de lo sucedido", pero "lo esencial no es quién sea el narrador, sino cuál es la trascendencia y fiabilidad del relato", nos advierte el director de El Mundo.
"Trashorras no es ningún mentecato. Su enfermedad -la esquizofrenia- podrá haberle hecho perder el equilibrio en momentos críticos, pero su relato revela una mente lógica y una capacidad especialmente articulada para contestar al detalle con el detalle".
"Mi veredicto dista mucho de ser aún definitivo. Mírenle a la cara, léanlo todo y díganme después qué opinan". Pedro J. Ramírez, hemos leído y ya tenemos opinión.
El coraje y la valentía con la que una vez se investigó la trama negra del GAL no tiene nada que ver con lo que estos días se ofrece en serie y el relato conspirativo de los últimos dos años.
En aquella ocasión, posiciones políticas aparte, un gobierno aceptó la guerra sucia para acabar con ETA. Entre la basura muchos hundieron manos codiciosas para mantener lo insoportable y para ahogar su conciencia con riqueza.
En esta ocasión, la imprevisión y los errores policiales (bajo un gobierno del PP) no pudieron evitar la mayor matanza terrorista de la historia de España. Errores en la investigación puede haber muchos. La pasión por descubrirlos y la presión para que todo lo que tenga que saberse salga a la luz es legítima.
Lo que no es legítimo es la invención de una historia antes de tener todas las pruebas. Pedro J. Ramírez se queja a menudo de las invenciones políticas, de los mitos nacionalistas a las conspiraciones de los incendiarios de montes.
¿Y tu historia, Pedro?
Golpe de Estado. El guión está escrito desde hace mucho tiempo. Si El Mundo entregase el vídeo de Aznar acabaríamos antes.
Mariano Rajoy lo tiene complicado para salir de la caverna, si es que de verdad quiere, pese a los intentos de ABC.
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