Monday, June 27, 2005

Viejos editores del futuro

El periódico del futuro necesita editores de los de antes. De los que creen en la información, en el papel social del periódico, en su misión de servicio a la comunidad a la que pertenece y en la independencia como valores propios, indivisibles entre editor y diario. Valores que deben compartir todos sus empleados, productos y medios.
Quedan pocos, muy pocos.
Decía Max Frankel, ex director de The New York Times y uno de los responsables de la modernización de la Vieja Dama Gris, que era partidario de la monarquía constitucional (respetuosa de la separación de poderes editorial/empresa) frente a la plutocracia de los mercados.
Michael Wolff explica en Autumn of the moguls cómo el negocio explotó cuando los chicos del Excel convencieron a los editores de que el dinero era líquido, realmente líquido.

Dolph C. Simons Jr. tiene 75 años y en 1991 proclamó a sus familiares y socios: "Queremos seguir por delante de las novedades y ser capaces de distribuir noticias y publicidad, así como cualquier otra información, de cualquier forma que un lector o anunciante pueda desear".
Y así fue como el señor Simons se lanzó a convertir The World Company (ese nombre es todo un lema), de Lawrence, Kansas, en una de las empresas de comunicación más integradas y con mayor convergencia del mundo.
Hoy el diario Lawrence Journal-World, la televisión 6 News Lawrence y sus servicios de televisión por cable, telefonía e internet son una de las compañías más admiradas por su nivel de convergencia.
Hablé con Dolph Simons hace año y medio para pedirle que me dejara invitar a algunos de sus profesionales para que explicaran en España cómo se consigue la admiración de toda la industria desde un periódico de 20.000 ejemplares. Me contestó que tenían demasiadas invitaciones, que necesitaban menos conferencias y congresos, y más trabajar.
Editores enamorados de su trabajo, que confían en el periodismo y su poder, en su enorme capacidad económica y de negocio.
Pero para lograrlo hay que apostar. Las mejores empresas de comunicación del mundo siguen dominadas por hombres así, enamorados de su trabajo y de la información, respetuosos con los valores, conscientes de lo amorfo y esquivo de la materia periodística. Convencidos de que los ciudadanos perdonan los errores, pero no la mala fe ni el mercadeo de la información.
Dolph Simons contrató a los mejores profesionales, y entre ellos a Rob Curley, que se ha convertido en el Rey Midas de la convergencia sin ser un geek ni parecer un monstruo sabelotodo.
Día a día desde 1891 la familia Simons ha cuidado su empresa como han hecho otras familias de editores. No cayeron en la fiebre de la burbuja porque no acudían a grandes fiestas ni veían repiquetear sus acciones en la bolsa como mosquitos en un río de dinero líquido.
Hoy Lawrence es Ljworld.com, lawrence.com, KUSports.com con casi todo lo que te puedas imaginar.
El truco:
>> creer en la calidad;
>> apostar por los profesionales;
>> y por la innovación;
>> reinventar constantemente la relación con los lectores y anunciantes;
>> y no perder de vista ni traicionar sus obligaciones con los ciudadanos.
El problema. El mercado es más lento. Las operaciones de contenidos en internet de The World Company sólo representan todavía el 1,5% de su facturación. Los servicios de banda ancha son el 53% de sus ingresos y el periódico aporta el 37%. Las ediciones digitales serán rentables este año.
Eppur si muove...

P21 | La necesidad de innovar de los medios
P21 | Los editores reflexionan sobre el futuro del periodismo
P21 | Los editores de prensa analizan la Red