23 de julio de 2002, nueve meses antes de la invasión de Irak. Un informe del gobierno británico desvelado por The Sunday Times revela lo que muchos sospechaban:
>> Sadam Hussein no tenía mayor capacidad ofensiva que otros regímenes totalitarios como Libia, Corea o Irán.
>> El diseño de una estrategia para convencer a la opinión pública de la necesidad de la invasión.
El documento analiza las opciones de Sadam Hussein y las de los aliados.
"El secretario de Defensa (norteamericano) dijo que Estados Unidos ya ha comenzado a realizar 'puntas de actividad' para presionar al régimen" iraquí.
"Bush ya ha decidido realizar una acción militar, aunque el calendario no está decidido. Pero la causa es débil. Sadam no es una amenaza mayor que sus vecinos, y su capadidad de armas de destrucción masiva es menor que la de Libia, Corea del Norte o Irán. Deberíamos trabajar en un plan para dar un ultimátum a Sadam que permita volver a los inspectores de armamento de la ONU. Esto ayudaría con la justificación legal del uso de la fuerza".
El texto es explícito y las fuentes oficiales británicas no han negado su autenticidad.
En su reunión de la semana pasada, George W. Bush y Tony Blair negaron haber tomado la decisión de invadir Irak en 2002. "Nadie conoce más íntimamente las discusiones que llevaron a los dos países a la guerra que yo", dijo el primer ministro británico.
Parece que sus más estrechos colaboradores también participaron, como es lógico, de aquella decisión.
La Red se ha movilizado para conocer la verdad. Un sitio llamado The Downing Street Memo reclama la verdad al gobierno norteamericano. Reúne toda la información sobre el tema y siguen toda la información en un blog.
Un artículo en Slate comenta las reacciones de la blogosfera norteamericana a la publicación del informe.