Jaime Campmany ha muerto. Con este columnista murciano de 80 años va muriendo una forma de hacer periodismo heredera del sainete y los visigodos. Columnistas de pluma airosa y pensamiento de plomo, gente de retuerto en la palabra y en la mente.
Campmany era conocido por ser martillo de la izquierda y por su facilidad para el verso de sainete, demoledor en su gracia. Empezó poeta y acabó mamporrero en columnas siempre alineadas, nunca dubitativas. Con él se va yendo una forma de hacer periodismo que floreció en los últimos años del franquismo y que unos usaron para eludir la censura y otros para embellecer su contundencia.
Escribía en ABC desde 1977 y fundó el semanario Época en 1985 para dar voz a la derecha en un segmento en el que no existía.
ABC reproduce hoy su última columna: El país, en la calle.