La precisión es más importante que la rapidez. La BBC sanciona en su nuevo código ético un clamor de los ciudadanos: la información debe ser ante todo precisa, lo más rigurosa, detallada y veraz posible, independientemente del medio en el que se ofrezca.
El periodismo de velocidad es la conquista de las nuevas tecnologías, pero ha contribuido a abrir una sima de credibilidad con el público y a difundir todo tipo de errores y sesgos. Cuando el periodismo acelera demasiado se puebla de prejuicios, impresiones falsas o incompletas, tendenciosidad (voluntaria o impuesta), falta de detalle y se hace más manipulable para las fuentes.
La carrera por la actualización constante más allá de los criterios y los controles es uno de los grandes problemas del periodismo digital.
La BBC ha repensado su misión de servicio público y de medio de calidad y referencia. A partir de ahora, el acento volverá a la precisión y el rigor.
El nuevo código lo explica: "La precisión va más allá de obtener los hechos reales. Nuestra información debe estar bien basada en las fuentes y evidencias, directamente contrastada y presentada en lenguaje claro y preciso. Seremos honestos y abiertos a lo que no sabemos y se evitarán las especulaciones infundadas".
La corporación británica de radiotelevisión e información digital demuestra cómo reaccionar a una crisis como la provocada por el escándalo Kelly y el posterior Informe Hutton.
La nueva política editorial de la BBC subraya de nuevo la necesidad del periodismo como servidor del interés público con información sobre noticias de relevancia en las que se debe llegar "al corazón de la historia".
La BBC aclara con brillante visión el uso de los especialistas: "aportarán autoridad y análisis sobre el complejo mundo en el que vivimos... para construir un foro inteligente para el debate público". Eso y no otra cosa debe ser el fin último del periodismo: enriquecer el debate público informado y racional (las mejores enseñanzas de Dewey y Habermas, y antes de Thomas Paine y otros pioneros).
Esa primacía de la precisión sobre la rapidez, el directo y la información instantánea ha llevado a tomar una decisión de peso: difundir acontecimientos escabrosos y que pueden causar daño a los espectadores y al público directamente relacionado con los hechos con un retardo temporal en el directo. Aclaran que sólo será usado en circunstancias excepcionales para evitar cualquier tentación de censura previa.
La medida surge por la reflexión sobre el secuestro de niños en Beslan (Rusia), donde más de 330 personas perdieron la vida.
El retardo en el directo está limitado a casos de secuestros con rehenes y asaltos o sitios de lugares con personas. La guía de la BBC llama la atención sobre el cuidado necesario para no servir de plataforma a los terroristas y delincuentes cuando hay un contacto en directo en condiciones de presión.
El nuevo código establece que no se entrevistará en directo a los secuestradores y asaltantes, no se difundirán vídeos proporcionados por ellos en directo (ejecuciones Irak, por ejemplo) y tendrán que ser aprobados por un editor.
Una revisión de principios y códigos de conducta que se adapta al periodismo y a los desafíos del mundo de hoy.