Friday, June 24, 2005

Avances en la nueva TVE...

...y sospechas de nepotismo en las privadas

El gobierno ha aprobado la reforma de TVE prometida por José Luis Rodríguez Zapatero y surgida del informe de los sabios, encargado por el presidente.
Televisión Española será más independiente y su director general no será nombrado por el ejecutivo.
Se asume la deuda de más de 7.000 millones
en varios ejercicios. La nueva RTVE se financiará con menos publicidad y más dinero del Estado para sufragar el servicio público (tesis de Pedro Solbes).
En el terreno privado se convoca el concurso para un nuevo canal nacional de televisión analógica en abierto que será concedido previsiblemente al Grupo Zeta. Estará limitado a una cobertura del 70% de la población.
La conversión del Canal Plus de pago en la nueva La Cuarta en abierto depende sólo de una orden del Ministerio de Industria que aún no se ha dado. Polanco lo tiene concedido pero tendrá que esperar un poco más.
Y además se adelanta el apagón digital a 2010 para apostar por las nuevas tecnologías y acallar un poco las protestas de los concesionarios digitales, sin posibilidades de convertir sus licencias en analógicas.

Las televisiones analógicas en abierto recibirán los canales digitales de la vieja Quiero TV y para final de año estarán disponibles al menos 17 canales digitales.
TVE recibirá dos multiplex completos (paquetes de cuatro canales digitales), uno para canales temáticos y con capacidad de desconexiones autonómicas, el otro quedará en reserva hasta que concluya la reforma de RTVE.
Las televisiones analógicas, Antena 3, Telecinco y Prisa, tendrán un canal digital cada una sin obligatoriedad de repetir su programación convencional. Net TV y Veo TV mantienen su licencia de un canal y los siete digitales restantes serán asignados por concurso.
Los concesionarios de televisión digital (Vocento y El Mundo/Recoletos) vuelven a recibir un varapalo del gobierno, ya que no se les concede su pretensión de emitir en analógico ni tendrán canales adicionales, mientras los cuatro concesionarios de analógico: Antena 3, Telecinco, Prisa y la que ahora se convoca dispondrán de un multiplex cada uno en abril de 2010, fecha del apagón digital.
Los ganadores de licencias de televisión digital son los grandes castigados. Los únicos que han apostado por la tecnología y cumplido todas las condiciones de la concesión, que nadie ve por falta de receptores, serán los grandes perdedores del nuevo escenario audiovisual (editoriales de El Mundo, ABC, y El País al día siguiente).
¿Su pecado? ¿Ser críticos con el gobierno? ¿Ser medios de centroderecha?
La independencia que se proclama en la TV pública no vale para las privadas.
Mejoras en lo público y sombras en lo privado. Una vela a dios y otra al diablo.

A las protestas del sector por la decisión gubernamental se suma el malestar profesional por la nueva filtración a El País y a Cinco Días de cómo quedaría la nueva televisión: hoy los dos medios despiezaban la exclusiva y cada uno publicaba una parte.
Filtraciones a grupos, ya no a medios. Esta vez faltaba la Ser.
Es una pena que la labor de buenos profesionales se embarre con el favoritismo informativo de un gobierno que no consigue demostrar su talante, transparencia e imparcialidad y vive preso de la especial relación entre los socialistas y los medios de Prisa.
La contratación de tanto alto cargo de comunicación llegado de las filas de ese grupo supone un lastre de tal calado que sólo puede ser entendido como una opción deliberada.

El director general de RTVE, una nueva corporación de capital público, dejará de ser nombrado por el gobierno, lo elegirá un consejo de administración de diez miembros cuyo mandato será de seis años para no coincidir con las legislaturas.
En la composición del consejo está una de las diferencias con el informe de los sabios, ya que se amplían sus miembros de ocho a diez, se refuerza la elección de ocho por Congreso y Senado (cuatro cada uno) y los otros dos por los sindicatos, con lo que se introduce de forma efectiva un modelo de cogestión que traerá cola, dada la alta burocratización del Ente, que tiene 8.200 trabajadores y 600 contratados por obra.
Las sospechas de que RTVE y la Sepi (corporación industrial pública) preparan un expediente de regulación de empleo tiene inquieta a la plantilla, y especialmente a los contratados por obra, la mayoría herencia de la anterior administración del Partido Popular y que llevan gran parte del peso de muchos programas, entre ellos los informativos.
Se crea el nuevo Consejo Audiovisual que será elegido por el Parlamento. Será nueva autoridad independiente como regulador de todo el ámbito audiovisual, tanto en aspectos deontológicos como de licencias.

Consejo de Ministros | Plan de Reforma del Sector Audiovisual (pdf)