La BBC no es una corporación pública de radiotelevisión más. Lo demuestra a cada paso. Tras el escándalo Kelly y la catarsis del informe Hutton, los nuevos responsables han lanzado un programa-manifiesto para asegurar su futuro. Una vez más será el faro de otras televisiones. El último estandarte del imperio británico se lanza a la conquista del océano digital
La Comisión de Sabios de TVE lo tiene fácil. La BBC le da muchas pistas con su Construir un valor público, el documento donde los nuevos responsables de la corporación dibujan el futuro del imperio británico de comunicación e información.
En el documento son tan impresionantes las propuestas como contemplar lo que la BBC hace y ha diseñado ya. Su visión del futuro incorpora proyectos ya revelados, como la intención de abrir su archivo digital, y otros nuevos --y polémicos-- como despolitizar la renovación de la licencia pública (toca hacerlo en 2006) que permite a la BBC vivir del impuesto sobre los televisores y desempeñar la función de radiotelevisión pública.
Michael Grade, presidente, y Mark Thompson, director general, firman un manifiesto de nueve puntos donde "el status quo no es una opción", en palabras de su presidente.
La propuesta más sopresiva es la despolitización del gobierno de la BBC. "Gobernanza no es lo mismo que regulación. La gobernanza es administración. Administración del dinero y del interés público".
La BBC desea fortalecer su gobernanza --pública-- y separarla de la gestión. Separar tanto lo que se gestiona como a los responsables de hacerlo.
El documento propone otorgar una licencia a cada servicio de la BBC, individualizar sus objetivos, administración y resultados.
Revisar el funcionamiento de la corporación con auditores independientes, incluyendo a la audiencia.
Responsabilizar a los gobernadores (consejeros máximos de la BBC) de la memoria anual y el cumplimiento de los objetivos y condiciones de la Carta que regula la corporación.
Apoyarse más en consejeros externos.
Aplicar un test de servicio público a todas las actividades de la BBC.
Realizar un gran sondeo sobre la BBC con 10.000 usuarios cada tres o cinco años, de manera que la corporación refrende su confianza y valor para los ciudadanos.
La BBC extiende su concepción del servicio público a la creación de una gran comunidad virtual que estimule la participación de los ciudadanos.
Agilizar y simplificar el sistema de quejas y la atención al público.
Una revolución que extiende los objetivos de la cadena al ciberespacio más allá de la producción y distribución de información y entretenimiento.
La BBC quiere fortalecer lo que ha sido la gran queja de sus críticos, que acusan a la cadena de ser un leviatán mediático.
Al frente de las críticas: Rupert Murdoch, emperador privado contra monstruo público.
Tras la reforma del gobierno y gestión de la BBC, nueve puntos para construir el futuro:
1. Construir la Gran Bretaña digital
Estimular al Gobierno y a la iniciativa privada. Asegurar acceso universal al ciberespacio (evidentemente a todos los ciudadanos británicos contribuyentes). Construir un servicio digital por satélite gratuito: otra vez el choque con Murdoch y los grandes operadores norteamericanos. Promover y entrenar al público en el uso y disfrute de los servicios digitales.
2. Asegurar el valor público de los programas y servicios
Impulsar una ciudadanía activa e informada. Difundir la cultura y creatividad británicas. Aprovechar la potencialidad formativa de los servicios digitales. Ser la voz de Gran Bretaña en el mundo (aunque para ello el Nuevo Laborismo haya retirado programas incómodos en países como China).
3. Contrastar a menudo la confianza pública
La BBC siempre ha sobrellevado el sambenito del elitismo. Una acusación de solipsismo muy grave en Inglaterra, donde hasta diarios tan soberbios como el Sunday Times o el Guardian siempre han evitado este calificativo.
La nueva BBC quiere consultar más a los ciudadanos sobre sus gustos y si creen que se está haciendo buen uso de sus impuestos: accountability (responsabilidad), esa palabra desconocida en los medios públicos españoles, siempre impunes.
4. Escala y alcance
"Ser suficientemente grande para difundir los servicios que la audiencia demanda, pero tan pequeña como su misión permita".
Es la respuesta ambibalente y pragmática a la acusación de gigantismo y monopolio lanzada repetidamente contra la corporación. Se compromete a no expandir sus canales y cadenas como ocurrió el último año con la radio. La BBC emprendió una expansión radiofónica que ha hecho casi imposible la competencia para los operadores privados.
Antes de lanzar un nuevo servicio se consultará al público.
5. Aumentar la participación en proyectos ajenos y coproducciones
"Ser mejor socio", dice el documento con esas buenas intenciones tan propias de la altruista bonanza de la función pública. La BBC apuesta por socios estratégicos que deberán garantizar las condiciones y estilo de la corporación pública.
6. "De Londres al resto del mundo"
Tradición imperial y conciencia de instrumento político, cultural y de imagen de una nación.
Se compromete a tener la mitad de sus empleados fuera de la capital británica en diez años e invertir un billón de libras para expandir su implantación externa.
Anuncia externalizaciones de operaciones internas "si ahorran dinero".
Aumentar la información local a diez minutos en 60 nuevas áreas de cobertura.
7. Más abierta
"La audiencia debe ser el centro de todo lo que la BBC hace". Apertura a la sociedad, responsabilidad ante el público y una decidida intención de satisfacer sus gustos e intereses. Escuchar más a los ciudadanos y responder extender la apertura de las decisiones.
Se fijan como objetivo ampliar la actual satisfacción de la audiencia, cifrada en el 85%.
8. Defensa de la licencia y el impuesto que la financia
Los redactores de la propuesta consideran la financiación pública la garantía de calidad y originalidad del servicio de radiotelevisión.
Se comprometen a:
reducir costes financieros;
ganar eficiencia;
calcular los beneficios a la hora de diseñar nuevos productos y servicios;
reducir el gasto en un diez por ciento.
9. Mejorar el gobierno en el sentido ya explicado.
Para renovar la licencia en 2006, el documento propone la creación de un comité independiente al estilo del Banco de Inglaterra. Ese órgano analizaría las opciones y sería el responsable de la gobernanza de la BBC.
El leviatán quiere abrir sus alas digitales y cubrir el ciberespacio con la función pública y la defensa de Gran Bretaña.
El imperio extiende su caballería del conocimiento con sus generales demandando independencia.
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