Un riguroso y completo análisis del jesuita y teólogo Pedro Miguel Lamet que desde dentro de la iglesia se fija en algunos hitos polémicos o discutibles de la enorme actividad del fallecido papa Juan Pablo II.
Lamet destaca que de la personalidad de "líder fuerte y autoritario (...) proceden sus grandezas y limitaciones".
Algunos de los puntos desarrollados por Lamet:
1. Estancamiento del diálogo interno.
2. Se ha impedido la creación de una opinión pública en la iglesia.
3. Una especie de "caza de brujas" eclesiástica.
4. Vuelta a la moral pesonal cauística, frenando toda corriente más personalista.
5. Centralismo romano sobre la colegialidad episcopal.
6. Ecumenismo frenado por la firmeza doctrinal.
7. La gran aporía se produce cuando su mano tendida al mundo es secuestrada por la propia maquinaria interna que ha puesto en marcha y que impide el diálogo también con la cultura contemporánea.
8. Sueño de Compostela: secreto anhelo de rebautizar al Estado.
9. No acepta el concepto de libertad emanado de la Ilustración y está cargado de nostalgia de su época preferida: el medievo.
10. Sospecha de la democracia en el fondo contraria a una separación radical Iglesia-Estado.
Lamet concluye: "Quizás era lo que el siglo XX necesitaba: un firme líder mediático".
Me reconforta coincidir con uno de los mayores y más inteligentes renovadores de la iglesia española. A sus reflexiones sumaría además la crítica a la retrógrada visión papal del papel de la mujer en la sociedad y la iglesia. Y eso a pesar de haber escogido un canto a María, Totus Tuus, como lema de su reinado.
abc.es| SOCIEDAD - Las asignaturas pendientes
P21 | El desafío imperial de la iglesia
P21 | Juan Pablo II muere y deja una iglesia fuerte