A la ministra María Antonia Trujillo se le ocurre ponerse moderna con la vivienda y la prensa le acusa de constructora de colmenas, promotora de casetas de perro para jóvenes y demás.
Los minipisos de 30 metros cuadrados son originales y modernos en los suplementos comerciales y las páginas de decoración, y un atentado contra la dignidad de los homeless urbanitas en las páginas de economía y política.
Yo creía que 30 metros y baño comunal (al estilo de las viejas pensiones de estudiantes y oficinistas sin las que la comedia española no tendría memoria histórica) con derecho a cocina ya existían. Véanse los anuncios inmobiliarios de las grandes capitales.
Resulta que no. Debe ser que por lo que ahora te piden tropecientos millones (perdón, miles de euros) son 30 metros, pero con cocina y baño integrado en el dormitorio/salón/office/hall y espacio multiuso tipo loft (pero en pequeñito).
Claro que el atractivo de los 30 metros depende del diseño y los materiales, como bien explican los arquitectos.
Los minipisos son monos, siempre que sean para otros y no nos fastidien el mercado inmobiliario.