Ahora que anda el gobierno empeñado en recuperar una memoria olvidada y mientras otros quieren mantener una sola memoria que olvida a las otras vale la pena leer la desmemoria de Cuelgamuros.
En la página web de Patrimonio Nacional se habla de "la gran Basílica sepulcral, donde están enterrados caídos de los dos lados enfrentados en la guerra civil". Los cristianos, que los otros nunca fueron sepultados aquí.
El dictador al que no se nombra en Patrimonio Nacional no quería estar solo. Se rodeó de José Antonio, fundador de Falange, y de los suyos. Después se llevaron despojos de fosas comunes para encarnar la reconciliación de los bandos.
Pero para muchos, esa pedriza es sólo Cuelgamuros.
Aquí no ha pasado nada,
y si pasó, no hay que hablar.
Todo está por inventar.
Gabriel Celaya. El hilo rojo