Wednesday, October 29, 2008

Medios en busca del nuevo sistema operativo mundial

Ulrich Beck profundiza en un artículo publicado por El País algunas ideas desarrolladas en Cosmopolitismo contra la crisis, que debe mucho a sus propuestas.
Entre sus reflexiones sobre la incapacidad del estado nacional para atajar los riesgos del mundo actual, pese a la nacionalización de la crisis económica y que la pobreza es local mientras la globalización sólo se desarrolla en la riqueza, destaco su reflexión sobre los medios como legitimadores de una política más de gestos que de realidades:
"La fuerza legitimadora de la acción política mundial ante los peligros globales sólo alcanza hasta allí donde los medios de comunicación fijan su atención".
De ahí la carrera de Nicolas Sarkozy por erigirse en líder anticrisis europeo o la pataleta española por estar en el G-8 o el G-20, todos dispuestos ahora a reinventar el capitalismo con toda urgencia.
La angustia de la crisis reactiva las respuestas nacionales porque "la promesa de seguridad es el primado del Estado moderno, que con la ignorancia no es neutralizado, sino al contrario, activado".
El problema es que los estados no tienen poder para solucionar los problemas globales y que los medios son ineficaces para la necesidad de anticipación de los problemas que demandan los riesgos globales.
Esa ineficacia para fijar una agenda útil para la prevención de los riesgos es uno de los mayores desafíos mayores de los medios cuando el sistema operativo de la globalización, la economía y la política está cambiando irremediablemente.
Ese nuevo sistema operativo se define por la globalización, las redes e internet y gira alrededor de la democratización y mundialización de la información, las ideas, el dinero, el trabajo y el terror.
La crisis económica en un buen ejemplo: cómo el desarrollo de productos de lógica matematicista para la distribución del riesgo -los derivados financieros- acaban provocando un derrumbe global de un sistema de información sin adecuados filtros de prevención.
Los medios deben estar más atentos y desarrollar nuevos filtros profesionales y sociales para el periodismo realmente útil y de calidad.