Nuestra presidenta Esperanza Aguirre prometió acabar con las listas de espera en la sanidad pública madrileña y, aunque algunos no lo creen, la fe mueve montañas y acelera trámites. Debe ser lo que le ha pasado a Mariano Rajoy, presidente del PP, cuando decidió operarse de una hernia el viernes pasado, entre el debate del estado de las autonomías, demasiado cerca de la manifestación contra la nueva ley de educación como para andar de protesta y a punto para seguir su apretada agenda por la Constitución.
Es el único madrileño conocido capaz de elegir con cierta precisión y en poco tiempo qué día se quiere operar. ¿Será esto de no esperar cuestión de fe?