Quienes de vez en cuando se interrogan para qué sirve el periodismo, quienes critican una profesión tan vapuleada desde dentro y desde fuera, quienes piensan que no tiene solución o que sólo puede ser mejorada desde fuera pueden echar un vistazo a los premios del Rory Peck Trust para los mejores trabajos de freelances y corresponsales de televisión en todo el mundo.
Alexander Lomakin por su cobertura de la tragedia en la escuela rusa de Beslan, Cyrus V. Nhara y Sara por sus informaciones sobre las demoliciones y expulsiones en Zimbabue, y Ruhi Hamid por sus reportajes humanos sobre la tragedia de los huérfanos del tsunami en Indonesia son merecidos herederos de la estirpe de Rory Peck, un cámara británico muerto en la revuelta rusa contra Boris Yeltsin y cuya fundación, impulsada por su viuda, se ha convertido en una referencia de seguridad, formación y lucha por los derechos y garantías de los periodistas y, en especial, de los colaboradores y corresponsales.