El juez Carlos Fanlo escribió un artículo fuera de tono contra Federico Jiménez Losantos. Ahora pide disculpas como 20 Minutos y su director, Arsenio Escolar.
Jiménez Losantos convierte el error del juez y del diario gratuito en un número más del circo donde se pone la chistera de gran defensor de la libertad sin perder su ojo de cazador.
Los garrotazos provocan el mismo dolor. Pero la mano que empuña los palos es diferente. Unas rectifican y otras se empecinan.
El otro día criticaba que El Periódico se hubiese puesto a la altura de algunos medios sin guardar la debida independencia y autocrítica en una batalla donde pocos se libran.
La crispación beneficia siempre a los mismos: a los manipuladores, a los demagogos, a los radicales y deja como víctimas a la información y a una mayoría de los ciudadanos que prefieren más información y menos garrotazos.
Las razones valen más que las palabras, pero el barullo sólo ayuda a los liantes. Las manos armadas no son iguales, pero muchas veces el daño es irreparable y vale la pena pensar más antes de golpear. Los lamentos son de ley, pero la sangre derramada provoca dolor y más fragor iracundo. La verdad desaparece bajo la ira y la mentira no existe, cobijada bajo los sentimientos y alejada de los datos.
Sobra tanto enfrentamiento y falta información, deslindar la realidad de las proclamas y las opiniones.
Pero así se escribe hoy una gran parte del periodismo en España. Afortunadamente, no todos son iguales.
P21 | Iceta acusa; Federico, también
P21 | Llamas contra la crispación