Leo Bogart ha muerto en Nueva York a los 84 años tras una vida dedicada al periodismo y al marketing editorial. Su libro La prensa y su público (1980), publicado en España por la Universidad de Navarra (1985, todavía hay alguien que tiene en su estantería mi primer ejemplar), nos abrió un escenario científico a muchos que hasta entonces sólo teníamos intuiciones.
Juan Antonio Giner me escribe para darme la noticia y recuerda a un hombre que se convertiría en imprescindible para enteder la prensa moderna.
Defendió siempre la necesidad de escuchar a los lectores sin perder de vista la misión del periodismo y su compromiso democrático. Desmontó mitos sobre los métodos del marketing, lo que los periodistas decían que importaba a los lectores y sobre lo que los lectores creían que querían pero luego no leían.
Ayudó a desencadenar la caída del pedestal de un periodismo subido a la parra tras el escándalo y mito del Watergate. Reclamaba un futuro para la prensa y el periodismo a fuerza de satisfacer a los lectores sin olvidar la esencia de la profesión y su razón de ser. Distinguía lo que gusta y atrae de lo que importa y nos ayudó a diferenciarlo sin traicionar la información.
"Los diarios representan una fuerza única para la cohesión social", escribió, y defendió una idea sencilla y poderosa: "El periodismo es esencialmente un arte urbano", ligándolo a las ciudades, como la civilización, el Renacimiento y la explosión de la democracia.
Husmeó el periodismo corporativo como corrupción de la satisfacción de los gustos de los lectores y sentenció que "la pasión por las ideas no es fácilmente compatible con los objetivos de rentabilidad de las corporaciones de medios actuales".
Y también denunció la doble faz de los medios: cohesivos y divisivos, cemento democrático y ejércitos de luchas cívicas.
Quizá fue el primero en subrayar la enorme influencia de la televisión sobre la prensa y los medios en general. Estudió el choque y alertó a los periodistas sobre lo que luego sería el infotainment.
Juan Antonio Giner, con quien compartió experiencias durante sus últimos años en la consultora Innovation, dice que "fue siempre muy exigente", y abunda: "Le preocupaba mucho en estos últimos años la trivialización de los medios. Siempre defendía el papel de los diarios como constructores de los valores comunitarios y era un ferviente defensor de las páginas editoriales y de opinión".
Había nacido en Alemania y durante la persecución nazi el y su familia, como otros muchos judíos, huyeron a Estados Unidos. Allí se doctoró en Sociología por la Universidad de Chicago, trabajó para grandes agencias de publicidad y fue el Director Ejecutivo del Newspaper Advertising Bureau donde estudió como nadie las fortalezas de los diarios como soportes publicitarios.
Desde que leí aquel libro lleno de tablas mi idea de la profesión cambió para siempre. Poco mejor se me ocurre decir de un maestro.
NYTimes | Leo Bogart, 84, Sociologist Who Studied Role of Media in Culture, Is Dead