Nixon vs. Bush es una página impactante. Richard Nixon, el presidente que se hundió en la guerra de Vietnam hasta que la propia crisis y la sangría bélica le obligó a firmar la paz, y George W. Bush, el presidente que ha extendido la guerra en Oriente Medio para buscar la seguridad de Estados Unidos, frente a frente.
"I am not a crook" ("No soy un criminal"), dice Nixon antes de renunciar por el escándalo Watergate. GWB habla de las armas de destrucción masiva inexistentes.
¿Ha cambiado algo?, pregunta el video.
Nixon ganó fama de antiintelectual, antiliberal, antisocialista, etc. ¿Les suena? George W. Bush y los neocons encarnan gran parte de ese pensamiento.
Nixon vs. Bush podría ser la última campaña demócrata ideada por los deanmaniacs o por MoveOn.
Pero no.
Es el marketing viral y de contenido de The assasination of Richard Nixon, la última película de Sean Penn, una de las estrellas más comprometidas políticamente de Hollywood.
The assasination of Richard Nixon está dirigida por Niels Mueller y producida por el mexicano Alfonso Cuarón para Think Film Company, una de esas compañías especializada en ficcionar la realidad que arrasan en el Festival de Sundance.
Ficción, historia, política y muchas asociaciones, emocionales e intelectuales. Ingredientes para un éxito que haga pensar.
Como en España con Mar adentro, la realidad se ha apoderado de la ficción.
Nixon vs. Bush
The assasination of Richard Nixon
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