La música y el cine norteamericanos se han movilizado como nunca en una campaña electoral. Lo mismo ocurrió en España durante la campaña del 14-M. No es de extrañar. La música y el cine norteamericanos siguen viviendo en gran parte del recuerdo de los sesenta, de los demócratas de entonces, y no han superado la revolución conservadora de Ronald Reagan.
Vote for Change Tour y 10 Weeks son las dos campañas de Move On basadas en la gira de músicos como Bruce Sprinsteen, REM, Pearl Jam, Dixie Chicks y los anuncios anti Bush de actores y cineastas como Kevin Bacon, Darren Aronofsky, W. Earl Brown, Matt Damon, Woody Harrelson, Scarlett Johansson y unos cuantos más.
Frente a ellos, la ocupación de los medios, los lobbies y una gran parte de los centros de pensamiento norteamericanos por la derecha, especialmente la religiosa y los neocons.
El director de MoveOn, Eli Pariser, explica en una frase la sustitución de los mandarines (los intelectuales al modo de posguerra, cuando las ideas eran ladrillos del muro) por los artistas: "Siempre hemos creído que la cultura popular y la política populista van de la mano".
Al final, todo es audiencia, todo es populismo. Cuando falta la reflexión y las ideas son cortas, lo más efectivo es la apelación al sentimiento. La ternura cálida de la masa.
En la dictadura de la audiencia, las ideas no tienen espacio a no ser que se disparen en canciones y películas, en proclamas o fútbol.
Pan y circo.
Pero los hechos siguen siendo el mejor argumento contra la política del eufemísticamente llamado conservadurismo compasivo.
MoveOn PAC | Vote for Change Tour
MoveOn PAC | 10 Weeks
P21 | Democracia extrema
P21 | Hay motivo