Najai Turpin, un boxeador de peso medio de 23 años, se ha suicidado. Participaba en el nuevo reality show de la NBC norteamericana, The Contender, que se estrenará el 7 de marzo.
El concurso sigue la vida de 16 boxeadores y está producido por Sylvester Stallone (Rocky) y Dreamworks, la productora de Steven Spielberg.
Lo extraño es que no se suiciden los espectadores.
Encender la televisión a la hora que sea es encontrarse con cualquiera de estas historias irreales, contadas en clave melodramática y que las más de las veces quedan en náusea tragicómica o esperpento de baja calidad.
Enciendes, suena el tubo catódico ¡pong! y aparecen descerebrados en África, pseudofamosos encerrados en una casa con unas ganas horribles de hacer porno y medio cortándose, y luego esos que intercambian vidas, más bien naderías, como en las novelas malas.
El primer suicidio tenía que llegar, pero siempre pensé que la víctima sería un espectador.
Najai Turpin tenía una vida para contarla. Nació en el ghetto, su madre murió cuando él tenía 18 años y se dedicó a cuidar a su hermana pequeña. Trabajaba de sol a sol, primero como peón caminero y después de camarero en un restaurante.
Hace poco le robaron los 900 dólares que tenía. Cuando le dijeron que había sido elegido creyó que era un regalo divino, según su biografía oficial.
Después topó con el infierno.
The New York Times | NBC Reality Show Contestant Kills Himself