"Que se dejen de captar y emitir sin mi autorización previa imágenes mías que reflejen actos de mi vida privada cotidiana, que yo deseo que permanezcan fuera del conocimiento público por no ser de interés general".
Es la rebelión contra la telebasura de sus propios personajes. Antes que ella ya han protestado los toreros de cuché, políticos faranduleros como Julián Muñoz y su novia Isabel Pantoja, y hasta Ana Obregón promueve un colectivo contra la telebasura.
¿Qué defienden los traficantes de la intimidad? ¿Su intimidad o sus tarifas?
El artículo 18.1 de la Constitución del 78 protege el derecho al honor y la intimidad. El artículo 20.4 pone el énfasis en la protección de la infancia y limita la libertad de expresión a su respeto. El comunicado de Norma Duval pone el dedo en la llaga para lograr el futuro apoyo de los tribunales.
La sentencia reciente a favor de Carolina de Mónaco del Tribunal Europeo de Estrasburgo protegiendo su derecho a la intimidad y el de su familia ha dado alas a los profesionales de la venta de la intimidad españoles.
Las criaturas del cuché y la exposición obscena de sus vergüenzas amenazan a la mano que les ha dado de comer.
Jurídicamente tienen razón. La Ley de de Protección Civil del Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen de 1982 sólo justifica las intromisiones en la intimidad si son por interés general y deja claro que en caso de consentimiento, debe ser expreso y puede ser revocado.
Pero, ¿es legítima la reserva de la intimidad de quien tantas exclusivas ha vendido?
Los abusos de la telebasura y otros excesos sensacionalistas están llevando, en España y fuera, a una interpretación restrictiva del derecho a la información. Los excesos de unos y otros conducen a medidas e interpretaciones que pueden poner dificultades para la auténtica información de interés público.
El caso de la vedete de revista no es igual al del presidente Zapatero cuando exigió a Diez Minutos que no publicara fotos de su familia. Ella ha vendido su intimidad por buenos dineros, el presidente ha mantenido su vida privada al margen de su actividad pública. Hay diferencia.
abc.es | Norma Duval emprende una cruzada por su intimidad
P21 | El frágil equilibrio entre intimidad e información
P21 | El derecho a la intimidad del presidente