Las secciones de deportes tienen criterios muy estrechos, están dominadas por previas de partidos y competiciones, ruedas de prensa con poco espacio para descubrir historias, detalles, personajes. Están excesivamente condicionadas por los calendarios de la competición y apuran los temas recurrentes. Se centran mucho más en comentar que en hacer información.
¿Se parece a algo conocido? Son las conclusiones principales de un recién publicado estudio sobre las secciones de deportes de la prensa general en Estados Unidos realizado por el Project for Excellence in Journalism.
Pero podrían ser las conclusiones de un análisis realizado sobre la prensa y los medios españoles e hispanoamericanos.
Coinciden en mucho con otras críticas y levantan la voz de alarma sobre un periodismo atenazado por los calendarios, el marketing, los millones en juego y la respuesta pasional del público.
Ahora que la liga está a punto de comenzar y el caso Armstrong despierta pasiones y controversia, la polémica sobre la calidad del periodismo deportivo resurge.
El problema es que la crítica a la calidad media de este periodismo (acentuada en el caso de la mayoría de los medios específicamente deportivos) no coincide con la respuesta de la audiencia, interesada en los deportes y que consume espacios y páginas deportivas de casi todos los medios con fruición.
Por eso los prudentes analistas norteamericanos dicen que los resultados del estudio "no son buenos ni malos, pero están en marcado contraste con el periodismo que se hace en otras secciones" de los mismos medios.
Una afirmación quizá exagerada, porque una gran parte del resto de las secciones viven también en gran parte del periodismo de convocatoria, cubren con amplitud acontecimientos programados en detrimento de los inesperados y se alimentan hasta la indigestión de ruedas y notas de prensa.
Los males no son únicos, aunque a veces la crítica sea más severa con deportes.
Los autores del estudio norteamericano identifican cinco lesiones principales en el periodismo deportivo:
>> Nueve de cada diez informaciones son de acontecimientos de agenda (programados), sin espacio para la iniciativa de los periodistas.
>> La información es muy parcial: sólo el 12% de las noticias presentan puntos de vista alternativos.
>> Los grandes deportes saturan la información. Al menos en el caso de EE UU hay tres: béisbol, baloncesto y fútbol americano. En España reina el fútbol.
>> Sin mujeres: sólo menos de un 5% de presencia en la información.
>> Demasiada opinión frente a otras secciones.
Se suman y complementan a los vicios identificados en la prensa española e hispanoamericana:
1. Sesgo excesivo: la pasión de la parcialidad ciega el juicio y el estilo.
2. Exceso de cercanía a estrellas, clubes, dirigentes, agentes, intermediarios, etc.
3. Minusvaloración del periodismo deportivo: rebaja de la calidad, los filtros y las exigencias.
4. Mal estilo: tópico, repetitivo, falta de cuidado y exigencia.
5. Exceso de fútbol frente al resto de deportes, incluso cuando no hay mucho que contar.
6. Periodismo de estrellas, donde el informador se convierte en personaje y protagonista.
7. Condicionado por las exigencias del negocio deportivo (y más, y más).
8. Invasión de la opinión y del estilo opinativo en la información.
9. Excesivo seguidismo de la televisión y los medios audiovisuales.
Todas estos defectos no ahogan la excelencia de algunos reporteros, cronistas y medios, pero a menudo la pasión, la imagen y lo gráfico se imponen sin medida.
P21 | El fracaso del periodismo deportivo
P21 | El fracaso del periodismo deportivo (3)
P21 | Manipulación fotográfica en As | El fracaso del periodismo deportivo | 4