Ahora que se han acabado los Mundiales de Atletismo 2005 se echan de menos las crónicas informadas, amenas y bien escritas de Santiago Segurola y Carlos Arribas.
El diario El País ha conseguido una pareja de brillantes reporteros para informar de competiciones y deportes que salen de la monotonía imperial del fútbol omnipresente.
Santiago Segurola es el precursor de una información deportiva sin complejos. Consciente de la intención de sus textos y ambicioso con el lector, al que obliga a seguirle más allá del griterío. Crónicas y reportajes alejados del rumor de la grada para desmenuzar el juego y a sus protagonistas.
Carlos Arribas llegó tarde al periodismo, pero se ha convertido en un referente obligado por la precisión minimalista de su ritmo. Por la frase corta y contundente. Es capaz de convertir una etapa del Tour, un salto o unos pocos segundos de carrera en una historia humana. Guía al lector sin aburrir por los días y días de entrenamientos, por el machaque obligado para pisar el tartán en una final o dar esa pedalada que deja atrás a los rivales. Busca el instante preciso y a menudo lo consigue.
Dos periodistas deportivos a los que vale la pena leer aunque no te guste el deporte.