Los seguidores oficiales del periodismo cívico discuten la posibilidad de incluir el periodismo ciudadano o participativo en su misma definición y convertir ambas denominaciones en sinónimas, según la propuesta de un grupo de estudio inspirado por nombres como Leonard Witt, Dan Gillmor, Jay Rosen o Jeff Jarvis (artículos en pdf).
A mi entender pecan de un optimismo expansivo animado por esa obsesión marketinera de los norteamericanos de subirse al carro de las etiquetas de moda. Y también por un entusiasmo ante el fenómeno digital similar al optimismo antropológico de nuestro José Luis Rodríguez Zapatero. Antes se llamaba wishful thinking.
Porque todo el periodismo participativo no es periodismo cívico ni comparte el activismo ni los fines cívicos de este movimiento.
En mi opinión, sólo lo que he llamado Periodismo 3.0 es el heredero digital del periodismo cívico, un movimiento que hunde sus raíces en los principios del periodismo y la democracia participativa.
Para que el periodismo ciudadano pefeccione tecnológicamente al cívico, sus intenciones de debate y activismo social y político deben ser las mismas. El periodismo cívico y el Periodismo 3.0 deben animar el debate entre los ciudadanos para la discusión de asuntos en esferas públicas cuya base es la confianza y la honradez mutua.
Hay contenidos que son públicos y están elaborados participativamente (aunque sólo sea por comentarios y citas), pero no son cívicos.
Es una distinción fundamental.
El Periodismo 3.0 es la perfección tecnológica del periodismo cívico. Gracias a las herramientas digitales y a los medios sociales se rompen las barreras físicas que hacían pensar a los inspiradores del movimiento que la verdadera democracia sólo sería real en las comunidades locales.
Esa ha sido la gran barrera también del periodismo cívico, que ha florecido sólo en pequeños diarios y comunidades no demasiado grandes.
Pero pioneros e inspiradores como John Dewey ya alertaron de que el empleo de la tecnología permitiría extender la democracia participativa y el debate social. Eso es lo que hacen los medios sociales y la Red Mundial Viva.
Pero no todas las herramientas sociales y de redes, no todos los blogs, foros, wikis, etc. tienen intenciones cívicas, sociales o políticas.
Muchos atienden sólo a la expansión comunicativa de personas individuales y se usan como una gran herramienta de expansión de la comunicación interpersonal, con mucho más alcance que los instrumentos y modos desarrollados anteriormente.
Pero, en mi opinión, suscrita por uno de las máximas figuras del periodismo cívico, Cole Campbell, no se debe incluir a todos las herramientas y medios sociales en el periodismo ciudadano, sino sólo a aquellas que:
1. Hacen periodismo a través de informaciones, comentarios y opinión sobre información de actualidad de cualquier tema y aportando nuevos datos, opiniones o voces que enriquecen una conversación.
2. Provocan o tienen voluntad de animar un debate cívico sobre asuntos de interés para comunidades y públicos.
3. Un elemento esencial del periodismo cívico es tratar a la audiencia como ciudadanos, no como clientes o consumidores.
Esa intención anida en lo mejor del periodismo ciudadano, pero una gran parte de la blogosfera y los medios sociales se dedican ya a buscar clientes y consumidores, para sí mismos o para los grupos, empresas e instituciones que los promueven y financian.
Lo demás es la utilización de herramientas y formatos para hacer el periodismo, marketing, publicidad o relaciones públicas de siempre pero a través de medios con mayores potencialidades en el uso del hipertexto, la multimedialidad y la interactividad, fundamentalmente.
Lawrence Lessig, Dave Winer, Chris Anderson se unen a mi preocupación por la irrupción en la blogosfera y los medios sociales de personas que comienzan informando y opiniando con grandes dosis de altruismo y antiprofesionalismo para acabar deseando vivir del mismo negocio y con las mismas mañas que los despectivamente llamados periodistas profesionales.
No todos los medios sociales hacen ni son periodismo, ni todos tienen intención cívica.
Es cierto que cualquier contenido difundido en el ciberespacio puede dar lugar a reacciones sociales, cívicas o públicas, pero identificar de manera tan amplia el fenómeno es una exagerada generalización contestada incluso por muchos blogueros y participantes en medios sociales.
P21 | Los límites del Periodismo 3.0
Periodismo 3.0 wiki en el que intento ir dibujando las características y evolución del fenómeno.