Los diputados españoles contarán con modernos escaños digitalizados para el próximo periodo de sesiones. Además de los botones con los que votan los parlamentarios, cada escaño del Congreso tendrá un ordenador con pantalla de 15 pulgadas, conexión a internet, a la red informática de la cámara y a circuitos de vídeo.
Es un paso más en la migración digital de los diputados españoles perseguida con ahínco por Manuel Marín, presidente del Congreso. Hace un año ya pertrechó a sus señorías con teléfonos móviles UMTS de última generación y ordenadores portátiles.
Todos estos adelantos forman parte de un gran plan de digitalización del Parlamento dotado inicialmente con 15 millones de euros que prevé facilitar el acceso a internet y a la documentación digital a los diputados en 2006 para después comenzar el lanzamiento de portales y páginas con información para los ciudadanos.
Hay quien quiere llegar incluso hasta el parlamento sin papel.
¿Tiene sentido que los parlamentarios tengan ordenadores fijos en sus despachos, ordenadores portátiles personales y además escaños digitalizados?
Parece un poco redundante. Pero no pasa nada, pagan los ciudadanos. Lo lógico sería que si los diputados tienen ordenadores portátiles los llevaran al Congreso si tienen que seguir trabajando. Pero claro, eso es incómodo para sus señorías. Mejor que pongan otro y así no tienen que cargar ni se les olvida.
¿Alterará la conexión a internet y a la red informática del Congreso la atención de sus señorías?
Sí, pero eso importa poco. La mayoría de los parlamentarios asisten a los plenos para obedecer las órdenes y votar lo que les indica su jefe de grupo.
Normalmente los parlamentarios desconocen los proyectos de ley e iniciativas que no pertenecen a su comisión o grupo de trabajo. Votan lo que se les manda, por ignorancia o por disciplina de voto.
¿Interrumpen los teléfonos móviles y los ordenadores no?
La señal de los teléfonos móviles ha sido inhibida dentro del hemiciclo por culpa de las interrupciones que provocaba. Ahora se supone que los escaños digitales se utilizarán para trabajar y para disponer de la información precisa de lo que se trata en los plenos.
¿Cuál es la verdadera intención de estos avances hacia el diputado digital?
Las innovaciones en los escaños participan de un plan de modernización de la política y el parlamento, pero la intención más perentoria (aunque inconfensable) es que los parlamentarios pasen más tiempo en sus escaños y no falten a votaciones.
Con un parlamento de mayorías tan ajustadas ya han fracasado algunas iniciativas por la ausencia de diputados. Es impresionante ver a algunas señorías corriendo por los pasillos cuando reciben en sus despachos el aviso para ir a votar.
La innovaciones pretenden evitar votos perdidos manteniendo a los diputados más tiempo en sus escaños.
En un país en el que los políticos son tan poco conocedores y sensibles hacia el universo digital, el ciberespacio y la democracia digital siempre habrá que alegrarse por iniciativas que los aproximen a la vida real de un país todavía atrasado.
En un país en el que sólo hay un ordenador con internet por cada diez alumnos, según el gobierno, y muchos ciudadanos son todavía analfabetos digitales, hay mucho trabajo por hacer y no siempre se debe comenzar por los privilegiados.
Los avances hacia el Parlamento digital deben hacerse con sentido, probidad y buscando la máxima eficiencia.
¿Responde el plan de digitalización del Congreso a esas intenciones?