Las televisiones privadas están que trinan con la TDT y con el aumento de la competencia provocado por el nuevo escenario audiovisual.
Reclaman en las jornadas de Uteca, su asociación, una regulación única más allá de las competencias autonómicas, la reducción de la competencia pública, más dinero para la TDT y un retraso del apagón analógico de 2010.
En las dos primeras no les falta razón. Habrá que ver qué hace el gobierno, empeñado en una regulación excesiva. El crecimiento de las televisiones públicas no tiene parangón en ningún país del mundo y su deuda (estatal y autonómica) lo devora todo.
Pero no hay mejor instrumento del poder. Y con el fútbol la mezcla es ya magnífica.
Maurizio Carlotti, consejero delegado de Antena 3, calculó en 97,8 euros anuales por hogar el canon real de las televisiones públicas. 50 euros para RTVE y el resto para las autonómicas.
El ejecutivo afirmó que TVE costará al Estado -entre subvenciones y financiación de la deuda- 737 millones cada año hasta 2015.
Las televisiones privadas llevan defendiendo desde su nacimiento la retirada de la publicidad de la televisión pública. Servicio público financiado directamente que no afecte a su negocio.
Y ahora, con más canales, audiencia fragmentada y publicidad más repartida, el reclamo se redobla.
Las teles no quieren invertir en TDT para afrontar el apagón analógico. Para eso está el Estado, al que acusan de financiar poco a la nueva TV a pesar del esfuerzo promocional y las licencias repartidas.
Andrés Tejero, consejero delegado de Veo TV (El Mundo y Recoletos), considera míseros los 9 millones de euros (la mitad del presupuesto total) aportados por el gobierno a la asociación Impulsa TDT frente a un coste de adaptación de las televisiones cifrado en 120 millones.
Tejero se olvida de las aportaciones autonómicas y no cita lo poco que apuestan por el momento las televisiones, tanto en contenidos como en servicios.
La TDT no es un gran negocio. Audiencias pequeñas y segmentadas para un sector acostumbrado a público masivo y un dominio amplio del mercado.
La consultora Deloitte presentó un informe que califica 2005 como año "excepcional" para los ingresos por publicidad y predice "cierto margen para seguir creciendo", aunque ya nunca como los últimos años.
Si además se puede escamotear un poco más de dinero a los ciudadanos a través de los recursos públicos, la televisión reducirá gastos. Las teles quieren retrasar el apagón digital y lo han demandado a una vicepresidenta del gobierno que ha respondido con ironía y poco caso.
Dinero y tiempo para cambiar su negocio y adaptarse a un futuro audiovisual sin audiencia cautiva y con multitud de soportes, contenidos y servicios repartiéndose el pastel.
P21 | La televisión ralentiza la TDT