Pepe Cervera propone que RTVE utilice el método YouTube para digitalizar sus archivos, dado que no parece que haya dinero ni prioridad para construir una plataforma audiovisual abierta de dominio público en España.
Compartir socialmente la digitalización y catalogación bajo copyleft es una buena idea mientras el método sea de verdad abierto, participativo y de dominio público, sin las dudas que despierta la empresa de Google.
Pero esa idea no soluciona el problema de la digitalización. Es válido para lo ya digitalizado, no para lo que todavía debe recuperarse.
Lo que cuesta dinero y esfuerzo es digitalizar las viejas imágenes y el método YouTube puede ayudar poco en eso. Supongo que algunos televidentes tendrán viejos vídeos y podrían volcarlos, pero el archivo de 50 años de televisión requiere mucho más.
La propuesta de Cervera también ayudaría en la catalogación por el método social, pero sólo después de que las imágenes sean accesibles.
La respuesta es otra y debe ser ambiciosa.
España y su radiotelevisión pública tienen que plantearse con seriedad cuál es el futuro del patrimonio audiovisual y cómo hacerlo accesible a los ciudadanos.
Seguramente la mejor solución es construir una plataforma audiovisual digital accesible por internet, cable, etc. (como ya ha recomendado la Comisión Europea) donde los ciudadanos puedan consultar y ver los contenidos bajo demanda.
Esa es la redefinición del servicio público planteada por el Informe de los Sabios y que la nueva Corporación RTVE debe afrontar.
Si la televisión pública sigue siendo concebida como la emisión de contenidos para su consumo según el modelo de la televisión convencional no se mejorará mucho. El problema no es sólo el archivo, sino toda la programación.
La BBC ya anunció en 2004 la construcción de una Gran Bretaña digital y se han lanzado a la difusión de sus programas y archivos por internet para superar el viejo concepto de la televisión y preocuparse de la comunicación audiovisual y de cómo llega a los ciudadanos y se usa para su información y disfrute. Dentro e incluso fuera de Gran Bretaña.
Ese es el problema.
RTVE debe dejar de pensar en un problema de archivos y comenzar a repensar en serio la producción, edición y difusión de contenidos audiovisuales.
Y el nuevo servicio público debería ser abierto a todos, participativo, de dominio público (copyleft) y accesible universalmente, tanto desde diferentes mercados como en diversas plataformas.
Ahora sí se puede. Desafíos para la televisión pública futura.