The revolution will not go better with Coke.
The revolution will not fight the germs that may cause bad breath.
The revolution will put you in the driver's seat.
The revolution will not be televised.
Los versos de la canción de Gil Scott-Heron comienzan a no ser reales. La política ya está en el vídeo, aunque la televisión sigue a lo suyo: el poder.
Joe Trippi no lo soñó cuando planificó la campaña internetera de Howard Dean, pero él mismo se ha convertido a las posibilidades del vídeo participativo.
Los candidatos ya están en el vídeo y sus campañas se pueden ver en sitios como The People Choose, ordenados por circunscripciones, partidos, parlamentarios y candidatos.
Y para que la revolución (al menos la movilización) triunfe es necesario en algunos sitios vigilar el proceso electoral. Los demócratas están hartos de las sospechas de anteriores comicios y por eso el vídeo se utilizará mañana para vigilar la limpieza de las elecciones norteamericanas.
En Video the Vote animan a ser observadores inmediatos del proceso democrático.
Y los teléfonos móviles. En muchos países son ya un arma electoral de primera magnitud. MoveOn lanza una campaña para animar a votar a un millón de progresistas perezosos. Rock the House (and Senate), música de nuevo contra los republicanos.
La Política 3.0 crece y el vídeo ya es parte del show.
Killing in the name of. Rage Against the Machine (ahora Audioslave)
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