¡Pobres dirigentes del PP!, se queja Victoria Prego, subcontrataron el mensaje del miedo y la cagaron con su manipulación histórica y de imágenes.
Pero es peor. El problema es el uso constante del miedo como única arma política. España se rompe, la inseguridad acecha, se va a acabar la bonanza económica, ETA gana al estado, etc., etc., etc.
Por ahora ni una sola de sus amenazas se ha cumplido.
¿Tiene el Partido Popular alguna idea positiva?
Parece que no, pero el miedo siempre funciona en la sociedad amedrentada por los medios de comunicación. Nada mejor que un gran peligro para la ficción. Y cuando ya nadie cree en superhéroes tocar las campanas y alertar por el lobo siempre funciona.
El debate político se reduce a menudo a una competencia entre agoreros sobre qué temer: la globalización, internet, las calles, los inmigrantes, las otras religiones...
Esclavos del miedo.
El vídeo del PP no es un desliz, sino una muestra más de esa patología que Richard Sennett llamó "la política del miedo de todos los días".
Cada día un miedo para conseguir un voto más. Cada día, un sueño menos, una pesadilla para sufrir. Teme, ciudadano, sufre. Nosotros, los políticos del miedo, te salvaremos. Entréganos el poder, tu voluntad, y nuestras cámaras, policías y leyes te harán seguro.
La ciudad, el espacio público, convertido de lugar de encuentro con los otros a reserva de miedosos.
Políticos metidos a terroristas con balas de propaganda.
La inseguridad ya es uno de los problemas más temidos por los ciudadanos, según el CIS. Los votantes de CiU (23,4%) y del PSOE (19%) son los más miedosos, igual que la clase media alta y los jubilados. Sólo el 16,3% de los votantes del PP está preocupado por la inseguridad.
El mensaje del miedo del PP no es un desliz, no. Es una estrategia.