El gobierno británico está en contra de la identificación de televisión y vídeo en internet que propone la modernización de la directiva europea de Televisión sin Fronteras.
Shaun Woodward, ministro de Industrias Creativas&Turismo, defiende que una cosa es la emisión de programas de televisión y otra el empleo de audiovisual, aunque se apoye en anuncios, en internet.
Los británicos son de las pocas voces críticas contra una directiva empeñada en imponer la misma regulación sobre todo el audiovisual independientemente de su origen, creadores, medio y objetivos.
Una amenaza a la convergencia espoleada por las televisiones y grandes medios, interesadas en extender sus derechos abusivamente.
Con la nueva directiva Televisión sin Fronteras (TWF) será muy difícil sostener iniciativas de televisión y vídeo en la Red como las españolas en cuanto tengan el mínimo negocio basado en publicidad y contenidos, sean comerciales o creados por los usuarios.
El gobierno británico teme que una regulación como la defendida por la comisaria Viviane Reding deje en manos de los extracomunitarios todas las iniciativas de televisión IP y cercene las posibilidades de creación individual o colectiva de contenidos audiovisuales distribuidos en internet por los propios autores.
Se produce así una nueva paradoja del control, en la que una regulación justificada para limitar los abusos de las grandes cadenas puede castigar a los ciudadanos con menor oferta pero, sobre todo, con menos posibiliades de creación y distribución de contenidos audiovisuales.