
Un modelo de negocio 360º para los medios. Con un reparto entre publicidad y pago muy similar a la proporción tradicional de los diarios (60/40), y muy concentrado en convertirse en medios sociales con una fuerte orientación a la distribución multimedia y multiproducto en diferentes plataformas.
Con esta elección los ejecutivos de los medios intentan responder a la disyuntiva entre las dos grandes alternativas de distribución: plataforma de acceso (móviles) o flujo social (redes, viral), intentando abarcar las dos.

Un mercado en el que la tasa de pago es muy pequeña y exige precios bajos. Donde la publicidad convencional pierde cada vez más sentido para apostar por nuevas fórmulas más eficientes y baratas. Y donde los grandes anunciantes en busca de impacto masivo se siguen concentrando en la televisión en busca de GRPS.

El modelo de pago sigue sin convencer. Y los primeros datos aumentan esa desconfianza, especialmente en los medios informativos.
Socializar el medio y el negocio es clave. El flujo social convierte la viralidad y la participación en clave para el negocio y la reputación. Pero también hay que aprovechar las redes sociales externas.
Esperanza en las nuevas plataformas. Del iPad a los móviles, especialmente por su conexión y capacidad de generar clientes de pago. En contra tiene la pérdida del control de la distribución, la gestión de clientes y gran parte del marketing.