El móvil es la gran esperanza. Si usted es una de los que ya no recuerdan cómo era la vida sin un teléfono en su bolsillo, lo suscribirá. Las telefónicas, las redes sociales, los medios, los libros… todos quieren estar en su móvil para hacerle la vida más sencilla. Pero también para no perder negocio. En Barcelona se celebra el gran congreso mundial de la telefonía móvil y todos, todos, entonan el lema que hasta el propio Google, la gran puerta a internet, canta: el móvil es lo primero.
Las telefónicas no quieren ser sólo redes. Quieren ser también medios y empresas de servicios que ofrecen al cliente todo lo que necesita: música, noticias, sus amigos y contactos en redes sociales, los mapas, etc. Desde la aparición del iPhone el mundo ha cambiado. Blackberry demostró que el correo electrónico puede acompañarte siempre, el teléfono de Apple prueba que todo puede estar en una pantalla táctil. Tanto que todos lo imitan y proponen alternativas cuando la empresa de la manzana quiere volver a revolucionar el mercado con el iPad, un iPhone grande sin teléfono, un chisme para disfrutar de la convergencia multimedia en el regazo y despojar al ordenador portátil del molesto teclado. Bastan las pantallas porque los nuevos aparatos móviles están diseñados para consumir, no para producir.
Las telefónicas quieren convencer a los medios y a la televisión de que se olviden de una internet abierta y sin límites para crear plataformas vinculadas al móvil y a las nuevas redes de banda ancha. Tanto que quieren acabar con la neutralidad de la red, la igualdad en la distribución de todos los contenidos, para crear plataformas donde los consumidores paguen por acceder a los contenidos de la forma más fácil y con mayor velocidad. Las aplicaciones para móviles, esos pequeños programas que permiten acceder directamente a los servicios y medios preferidos, han abierto el camino.
En el móvil no se navega, se consume. Telefónicas y medios defienden una internet en parcelas para acabar con la era del todo gratis.
Columna en los medios de Vocento