Wednesday, February 24, 2010

El ojo Izquierdo está tuerto

¡Tantos años de profesión para esto! Supongo que alguno de sus amigos se lo dirá a José María Izquierdo. Después de su paso por Cuatro y CNN+ vuelve a El País para escribir uno de los nuevos blogs con los que el diario quiere ir ganando pulso en internet y en la integración de la redacción. Y de paso recolocar a todos los prejubilados con condiciones especiales que ha producido en los últimos tiempos.
José María Izquierdo escribe un blog donde el sesgo en la mirada es torticero. Tanto que no tiene gracia.
Después de que El País haya descubierto que la TDT está dominada por la derecha más agreste, ahora se lanza al ruedo con una revista de prensa en combate.
Pero no sabe hacerlo.
El País ha perdido pegada hace mucho tiempo. Todavía tiene grandes periodistas, buenos reporteros y hasta exclusivas. Especialmente las que continúan aportando algunos de la vieja guardia. Esos que están arrumbados por la querencia de más de un jefe por los ministros más arteros en el cambalache con los medios.
La pegada de El País siempre ha sido directa. Informativa. Así era en los viejos tiempos. Pero el colmillo retorcido no es lo suyo. Nunca ha sabido guiñar con picardía ni presumir con mala leche. Para disfrute de Pedro J., maestro.
Izquierdo mira la prensa y olvida sus propias palabras: "Premioso y cachazudo, ha doblado los periódicos tras una atenta lectura. El suyo de siempre, que cada vez está más reaccionario, dice, y otro económico del mismo grupo -no tiene remedio- para empaparse bien de la crisis, del desastre, del cataclismo, de la debacle que nos anega".
Un hombre solo no puede redimir un diario. Y menos golpeando sólo con la zurda.
Puestos a desayunar -y comer y cenar y dormir, como es obligación- contra la prensa canalla y de trinchera prefiero a Javier Vizcaíno en Público.
Donde las dan las toman.
A mí me enseñaron en los peores barrios que para dar patadas en los huevos los hay que tener de plomo. Y las vergüenzas de El País siempre han sido de cristal.
Arrear a diestro es fácil. Por la izquierda está más complicado. El viejo mando de la tele iba peor, y lo sigue haciendo, cuando lo giras para ese lado.
Viene bien abrir los dos ojos. Es mejor para el periodismo.