
Ni siquiera los rediseños de Liberation, Le Monde o Le Figaro han revertido las pérdidas.
En España preocupa la gran inversión en sostener la difusión con promociones y el sostenimiento de una difusión hinchada con suscripciones y ventas colectivas que en Gran Bretaña se ha empezado a reducir para hacer más transparente y real el mercado, además de reducir costes de una estrategia que la mayoría de los anunciantes ya no se creen.