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Wednesday, February 10, 2010
Google quiere banda ancha propia
La respuesta de Google a las amenazas a la neutralidad de la red por parte de las operadores de telecomunicaciones no se ha hecho esperar: ofrece crear una red de banda ancha ultrarrápida de 1 giga por segundo en las poblaciones que colaboren en la iniciativa.
Es sólo un experimento, pero Google quiere medir las ventajas de una red abierta -a otros operadores y aplicaciones-, neutral y con nuevas formas de instalación y soporte.
En España la mayoría de redes de banda ancha están entre los 3 y los 10 megas, muy alejadas de la oferta de Google, e incluso de las experiencias con 100 Mb. Por ahora suficientes para los 3.000 correos electrónicos, 100 archivos de música mp3 o 360 ebooks que son el equivalente del consumo mensual de un abonado. 11,4 Gb de tráfico por mes, según los estudios de Cisco. Y aumentan con el consumo de vídeo y música en streaming.
Google promete poner toda la información al alcance de los internautas. Con el crecimiento de la demanda de tráfico, de 7 Gb por persona y mes en Estados Unidos (5 en Europa), y un aumento del tráfico de internet de un 40 al 50% anual, la propuesta de Google es casi una necesidad.
El presidente de Telefónica, César Alierta, justificaba la semana pasada la necesidad de cobrar a las empresas de internet por el tráfico de la red, además de lo que ya pagan por servidores y conexiones con las redes de los operadores. Como Alierta, los grandes de las telecomunicaciones no dejan de quejarse, a pesar de sus enormes beneficios, y estudian cambios de modelo de negocio para acabar con las tarifas planas y empezar a cobrar la banda ancha por consumo.
Diferentes estudios afirman que así podrían recuperar la rentabilidad por usuario (ARPU), que cae al aumentar la proporción de negocio de datos frente al de voz tradicional.
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) calculó el año pasado que la inversión en nuevas líneas de fibra óptica se podría amortizar entre 9 y 15 años.
Para Google, el experimento es un desafío a las telefónicas como el que ya planteó con su propuesta de crear redes de wifi utilizando el dividendo digital y el espectro liberado con el apagón analógico de la televisión. Una forma de demostrar su autonomía, de ganar adeptos y de incluso reducir sus costes de conectividad.