España quiere liderar en su presidencia europea el debate sobre la limitación de la neutralidad de la red. Telefónica y el resto de operadoras han convencido al ministro de Industria, Miguel Sebastián, de la necesidad de acabar con el principio de que no se pueden discriminar los datos para limitar los servicios y contenidos que se ofrecen en internet.
Sebastián y el equipo de la presidencia española quieren introducir limitaciones a la neutralidad en la Declaración de Granada, que se prevé aprobar en abril.
Daniel Basteiro, corresponsal de Público en Bruselas, publicará mañana más detalles de una ofensiva que confirma mis informaciones de esta semana.
El europarlamentario español David Hammerstein ya avisaba hace unos días de los recortes en defensa del negocio de las telefónicas y de refuerzo de la propiedad intelectual que se preparan para esa declaración.
Pero el texto no está cerrado. Las operadoras defienden un aumento de la discriminación técnica de los servicios, de forma que puedan regular la velocidad y respuesta a la que llegan a los usuarios. Algunas tesis van más allá y defienden la imposición de licencias de pago para los servicios que demandan más ancho de banda.
Mañana, más información en Público.