La biblioteca de Harold Pinter se quedarán en Gran Bretaña. La Biblioteca Británica pagará 1,5 millones de euros por los más de 12.000 documentos y cartas con Samuel Beckett, Joseph Losey, Arthur Miller o David Mamet.
Los compatriotas del escritor no quieren ver a los ricos norteamericanos, con esa pasión por el coleccionismo de los necesitados de memoria, volviendo a llevarse la colección de objetos de otro genio patrio.
Ahora lo importante será saber si a la Británica le queda dinero para editar el tesoro en papel del premio Nobel, aunque sea digitalmente.
Porque ningún tesoro cultural tiene más sentido que el fetichismo si el acceso es difícil y restringido.
Fetichismo. Pasión por los objetos de otros, de los admirados. Fascinación por sus casas y sus recuerdos. Como Velintonia, 3, casa de Vicente Aleixandre. Predio abierto de nuevo el próximo sábado para homenajear de nuevo al poeta en el 30 aniversario de la concesión del Nobel.
Fetichismo. La esperanza de la transustanciación a través de los objetos de los admirados.
No. Los papeles, los recuerdos, las casas de los otros sólo merecen la pena para abrigar y alimentar más almas. Vivas. No amortajadas reverencialmente.
Harold Pinter en P21