El año que viene, 2008, el Rey Juan Carlos I cumple 70 años. La Constitución llegará a su trigésimo aniversario, como el mismo Rey recordó en su mensaje de Navidad.
Y la reforma constitucional sigue pendiente porque los políticos, encabezados por el gobierno, no se han atrevido a preguntar por la monarquía en el annus horribilis de la Casa Real española.
El domingo El País vistió sus mantos más institucionales y se erigió en paladín del Rey. Personaje del año y 17 páginas para homenajear al monarca.
No son los primeros. Un programa de Antena 3 lo había proclamado el español más importante de la historia en mayo pasado.
Pero ha sido el año de su reinado que más se ha discutido la institución monárquica, tanto por la derecha como por la izquierda, a pesar de que la monarquía sigue siendo una de las instituciones más valoradas por los españoles.
Pero esta monarquía, atípica, reinstaurada por un dictador, quizá sea una monarquía de un solo Rey.
El heredero no tiene la legitimidad ni, sobre todo, la oportunidad de su padre.
Quizá por eso el Rey ha estado listo y se ha marchado por sorpresa a celebrar el fin de año con las tropas en Afganistán.
Queda una pregunta para la reforma constitucional pendiente. Pero, por favor, no nos pregunten si una mujer puede subir al trono. Es evidente. La pregunta es si la monarquía debe seguir siendo la jefatura del Estado.