La derrota del PSC es contundente. Por votos y por abstención (¿pudo el amontillado con el efecto Zapatero?): 37 escaños frente a 42, la horquilla más baja de las encuestas, y 250.000 votos menos, repartidos entre ICV y Ciutadans, además de la abstención.
Desde 1995 el PSC no tenía tan pocos votos. Incluso entonces sumó 802.000, más que los 789.000 de esta elección.
CiU sube dos escaños hasta 48 (46 en 2003) con cien mil votos menos y ERC recibe un severo castigo, pierde dos escaños y muchísimos votos, más de 130.000.
Frialdad en Ferraz y en La Moncloa. "Se confirma con el resultado en la mano, que en Cataluña hay dos grandes fuerzas políticas, el Partido Socialista de Cataluña y Convergencia i Unió", dice José Blanco. ¿Sociovergencia? ¿Tregua en minoría hasta las municipales?
Montilla parece solo. Sólo Joan Saura lo acompaña. Zapatero calla. ¿Quién quiere a Esquerra?
CiU distancia en 11 escaños al segundo partido y en más de un 4% de los votos. A diferencia del 2003, ahora es el partido más votado. También ha ganado en Barcelona por casi dos puntos, un síntoma preocupante para los socialistas, que pierden 200.000 votos en su feudo.
El tripartito es muy difícil de repetir en esas condiciones. Las negociaciones serán duras.
ICV es el único socio del tripartito que crece en votos (casi 40.000 a pesar de la abstención) y escaños.
Quizá el problema del gobierno de progreso fue ser poco de progreso y centrarse demasiado en el Estatut para enfangarse en la lucha nacionalista. Parte del voto de izquierda se ha ido a otros y CiU recupera posiciones en el nacionalismo.
La lectura de Esquerra será decisiva. Sus bases y la brega Carod/Puigcercós, también.
El PP aguanta mejor de lo que preveían las encuestas. Mantiene 14 escaños y pervive como cuarta fuerza política a pesar de perder un punto porcentual de votos, 83.000. Esa resistencia satisface a la dirección de Génova y es un aviso a ZP.
Ciutadans es la gran entrada, con tres parlamentarios y casi 90.000 votos. En Barcelona más del 3,5% de los votos y en Tarragona el 2,44%. Capta mucho voto de izquierda que indica cansancio de la política del PSC.
Gracias a esa incorporación crece el pluralismo, pero el reparto de votos traerá una negociación complicada.
Los ciudadanos vuelven a demostrar que toman nota de lo que cada uno hace pese a los espectáculos electorales.