Norman Mailer encontró en el graffiti (The Faith of Graffiti, 1974) los ecos de un mensaje que la sociedad tradicional quizá no sabía escuchar. "Un recuerdo de las vidas que jamás vivimos".
Desde que Mailer se pusiera el mono de Investigador Estético y proclamara que "siempre hay arte en un acto criminal" (Genet, santo Genet) la tribu del aerosol ha evolucionado hasta el stencil, donde la repetición vuelve a ser una esencia del arte pop. Jacobo Corujeira repasa algunas de sus pintadas.
Contestación, mensajes suburbanos, moda, industria. La vida, tú. Y el arte en la calle.
Algunos trazos indispensables: Art Crimes (Graffiti.org), Style Wars (el documental), Graffiti TV, Stencil Revolution.
Asaltos a la mente cotidiana.