Saturday, September 04, 2004

Almodóvar el Redentor



"Soy el director anti-Mel Gibson y su La Pasión de Cristo. Mi película trata sobre el poder de la fe y yo siempre quiero redimir a mis personajes".
Pedro Almodóvar define así La Mala Educación en la portada de la revista de The New York Times. El manchego se presenta como un cineasta hecho gracias a Franco, educado en las películas como alternativa a la rancia educación del tardofranquismo. Ese cutrerío hispano que idealiza en sus películas con colores saturados y personajes extremos.
El viaje iniciático fue real: de La Mancha a Madrid. De la escuela católica a los melodramas en los cines de Gran Vía y la Escuela de Cine cerrada.
Almodóvar el Redentor defiende la ontología propia del arte: "El arte tiene su propio mundo". Pero sus personajes subliman las pasiones y las miserias cotidianas para alcanzar la gloria pop.
"Amo los personajes que enloquecen de amor y dan su vida a la pasión, incluso si arden en ella".
La pasión por Andy Warhol. Así se forjó el estilo del manchego: la negra realidad goyesca travestida con colores pop y humor de zaguán.
Y, después, la movida.
El director y su hermano Agustín no pierden la ocasión para volver a quejarse del escaso reconocimiento del cine oficial español, sus pocos premios Goya, su Oscar pese a no ser seleccionados por la Academia del Cine para representar a España. Una condena que el manchego debe soportar. Otra vez este catolicismo racial nuestro.
Un reportaje que repasa toda la trayectoria del director más influyente del moderno cine español.

NY Times Magazine | The Redeemer