Mariano José de Larra en Cervantes Virtual. Visita obligada a los 200 años de su nacimiento.
«¿Cuándo seré redactor de periódico?» (...)
¡Ay de mí, insensato, que, chasco sobre chasco, vivo hoy tan desengañado de periodista como de autor de comedias! Diré brevemente lo que me aconteció, sin descubrir por otra parte los recursos ocultos que mueven la gran máquina de un periódico, ni romper el velo del prestigio que cubre nuestros altares, que eso fuera sobrado e inoportuno desinterés; y juzgue el lector si no es preferible vivir tranquilamente suscrito a un periódico, que haberle sabia y precipitadamente de componer.
De Ya soy redactor. 1833
Pero ¿qué tiene nuestro periódico? ¿Tiene algo, por ventura?..., gritan los redactores de una parte a otra. Pues ése es su defecto, señores redactores, no tener nada.
Si es cierto que no cuesta trabajo el escribir mucho y malo, también lo es que debe ser cosa muy difícil llenar tres veces cada semana un pliego de palabras que formen oraciones, y no decir nada al cabo de un mes.
De Un periódico del día.
¿Por qué no he de publicar un periódico también?, he dicho efectivamente para mí. En todos los países cultos y despreocupados de literatura entera, con todos sus ramos y sus diferentes géneros, ha venido a clasificarse, a encerrarse modestamente en las columnas de los periódicos. No se publican ya infolios corpulentos de tiempo en tiempo. La moda del día prescribe los libros cortos, si han de ser libros. Y si hemos de hablar en razón, si sólo se ha de escribir la verdad, si no se ha de decir sino lo que de cierto se sabe, convengamos en que todo está dicho en un papel de cigarro.
De Un periódico nuevo. 1835